Es fines de julio en el viñedo Villa Alegre y nos encontramos en plena época de poda, proceso que se realiza manualmente y cuyo fin es regular la futura producción.

El enólogo jefe de Palo Alto, Héctor (Tito) Urzúa, nos cuenta cómo ha sido este invierno 2021 en el Valle del Maule y en qué procesos se encuentran los viñedos durante esta ápoca. 

Héctor cuenta que ha sido un invierno con un mes de julio muy frío, con escasas lluvias, y que se visualiza será un año con un nivel de precipitaciones bajo lo normal. “Sin embargo, el hecho de que el Valle del Maule tenga alta influencia de la Cordillera de los Andes y que estemos cerca de la Cordillera de la Costa -la cual aquí es baja, permitiendo que entre la influencia marina-, nos ayuda mucho a aminorar el efecto de años de menos agua, que es justamente lo que estamos viviendo”, explica el enólogo, y complementa: “a su vez, los suelos arcillosos de nuestros viñedos retienen mejor la humedad, lo que también nos ayuda. Confío en que todo esto nos permitirá tener un buen año”.

La poda es el primer trabajo agrícola del año en los viñedos y es la primera regulación de carga de uva. Esto, cuenta Tito, es especialmente relevante en años en que las parras estarán sometidas a un mayor estrés hídrico, permitiendo tener una producción sustentable en el tiempo.

En variedades como Cabernet Savignon y Carmenere, se ha tendido a hacer una poda con cargadores, es decir, manteniendo algunos sarmientos en las parras, y no cortándolos todos, como se hace en la poda más clásica. “De esta manera las parras mantienen un vigor mas equilibrado y se defienden mejor de la enfermedad de la madera. Es una forma de poda muy virtuosa”, afirma.