Tras un invierno bajo en precipitaciones y un verano con amplia oscilación térmica entre el día y la noche, el Valle del Maule sale victorioso con una nueva cosecha que resulta en rendimientos moderados, uva muy sana y vinos expresivos, jugosos y concentrados.
Son los primeros días de mayo en el viñedo Villa Alegre, ubicado en la zona central del Valle del Maule, y el enólogo jefe de Palo Alto, Héctor “Tito” Urzúa, recorre los viñedos como tantas veces ya durante estas últimas semanas. Es que han sido días de mucha actividad. La vendimia en el valle comenzó la primera semana de marzo y ya para mediados de abril se encontraba prácticamente un 90% de la uva cosechada.
“Esta concentración de la vendimia ha demandado un gran requerimiento logístico, pues se debió cosechar y recibir la uva en bodegas en prácticamente seis semanas. Sumado a esto, los primeros lotes en todas las variedades se apuraron mucho en su madurez, por lo que se debió cosechar al mismo tiempo uvas de distintas variedades, dándole a cada una su espacio y tratamiento respectivo”, explica Tito, y continúa: “la efectiva respuesta de todo el equipo, tanto agrícola como enológico, habla muy bien de nuestra capacidad organizativa y del haber sido capaces de tomar decisiones anticipadas, lo que me deja muy contento”.
En cuanto a las condiciones climáticas que marcaron esta cosecha, el enólogo explica que el pasado año fue uno muy desafiante, con un invierno con un nivel muy bajo de precipitaciones, logrando repuntar recién a principios de primavera, con lluvias que ayudaron mucho a la brotación y vigor de los viñedos. “Si bien en términos climáticos la vendimia se vio influida por la sequía y un verano con temperaturas máximas altas, experimentamos noches particularmente frías en el valle, lo que ayudó a tener una rica expresión de fruta fresca en la uva cosechada y en los vinos que resultarán de ella, como también una textura e intensidad de color muy atractivas”, afirma.
Aunque los volúmenes de uva cosechada han sido más bajos al promedio histórico del valle, Tito indica que esto también resulta beneficioso pues implica una mayor concentración de color, aromas y sabores en la fruta, lográndose vinos jugosos, de final largo y fáciles de beber.
“Esta vendimia traerá vinos del Valle del Maule de muy buena calidad, y los tintos 2022 serán absolutamente destacados. Palo Alto Reserva I Cabernet Blend será un vino concentrado, potente, con mucho carácter, mientras que Palo Alto Reserva II Merlot Blend brillará también por su concentración, y una expresión de fruta roja fresca muy nítida y presente”, augura Tito.
Desde lo más alto del viñedo se puede admirar a plenitud la belleza de esta época del año, con las parras revelando sus tonos amarillos, anaranjados, rojizos y verde claros, pareciendo descansar después de una ajetreada cosecha. Hemos llegado al final del recorrido y, una vez más, el Valle del Maule nos deja su mejor versión.
